El relato de la creación lo encontramos en Génesis 1 y 2; narrado en un lenguaje popular y no científico, porque la Biblia no es un tratado de ciencia, es la historia de nuestra salvación y de la fe; por lo tanto, su mensaje es RELIGIOSO. El mensaje bíblico no es contrario a la explicación científica evolucionista.
Dios creó la materia y la energía con las leyes que la regulan y de ahí surgió la evolución cósmica (Universo) y la evolución biológica, y dentro de ésta, al ser humano. Con ello, lo que quiere trasmitir la Biblia, es que Dios está al comienzo de la vida y del ser humano, y, por tanto, no fue al azar, ni la fuerza ciega de la naturaleza la que dio origen a todo ello.
Si el ser humano viene por evolución, tendríamos que dar la misma respuesta que dimos antes: que el poder de Dios estaba en el origen de este largo proceso, y que quiso involucrar en su desarrollo a la misma creatura. Que ese ser que fue "evolucionando" a través de un largo proceso de millones de años, lo hacía gracias a la fuerza del Espíritu de Dios presente en él, y no sólo por la necesidad de sobrevivir o a adaptarse al medio ambiente.
El mensaje religioso sobre la creación del mundo y del ser humano, consiste en afirmar que Dios es el Creador del universo y del ser humano, que la creación es buena, y que el ser humano es "imagen y semejanza suya" (Gen 1, 26-27).
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